Tendencias e-learning para 2023

Va terminando el año 2022 y toca ya pararse a pensar en lo que acontecerá en el año venidero. A continuación, exponemos una serie de tendencias que creemos que marcarán el año 2023. Esta información puede servir para coger ideas de cara a plantear el próximo plan de formación y también de cara a establecer mejoras a nivel de  infraestructura TIC, metodologías o procesos de creación de contenido.

Para facilitar la lectura, hemos dividido las tendencias en dos categorías: tendencias a nivel tecnológico y tendencias a nivel metodológico. ¡Vamos a ello!

Tendencias tecnológicas

Inteligencia artificial aplicada al e-Learning

La inteligencia artificial (IA) es ya una realidad palpable que podemos utilizar con resultados sorprendentes en tan solo unos clics, empezándose a ofrecer soluciones interesantes a precios muy asequibles. Lo más curioso es que ya estamos interactuando con varias inteligencias artificiales en nuestro día a día sin ni tan siquiera darnos cuenta.

En el ámbito del e-learning en concreto, este será el año para la implantación de soluciones que nos ayudarán a crear contenido multimedia con la ayuda de la IA: creación de vídeo, creación de imágenes, creación de música o bandas sonoras, locuciones a través de voces neuronales… un sinfín de posibilidades que pueden ayudarnos a crear contenido original para nuestros proyectos en unos minutos, partiendo desde la nada.

Y también tendremos a nuestro alcance soluciones que nos ayudarán a interactuar y a personalizar el aprendizaje a través de la explotación inteligente de los datos: chatbots (o learnbots) y asistentes virtuales mejorados, tecnologías de aprendizaje adaptativo, sistemas avanzados de predicciones del comportamiento del alumnado… en definitiva, sistemas capaces de aprender de las interacciones que tiene con cada usuario o usuaria, ofreciéndoles una experiencia más personalizada y generando patrones destinados a optimizar la experiencia educativa y mejorar la eficiencia de los programas de formación.

Herramientas sin código

¡Vaya novedad! ¿Verdad? Después de décadas utilizando LMS y herramientas de autor que nos permiten hacer casi lo que queramos sin saber código, resulta que en 2023 esto es tendencia. ¡Pues sÍ! Así es. Y no es tanto por la novedad, sino por la potenciación de nuestras posibilidades. Y es que la creación sin código se está llevando a nuevos escenarios y abriendo nuevas vías a nuestra creatividad, sin tener que depender de programadores o programadoras para el desarrollo de contenidos.

Desde la posibilidad de crear contenido multimedia con unos solos clics (incluyendo las herramientas de IA del punto anterior) hasta las posibilidades cada vez mayores que nos brindan las herramientas con plantillas drag and drop, pasando por plataformas híbridas como Figma, que nos permiten trabajar los diseños de manera amigable (y en equipo) y nos facilitan después el código para que lo podamos implementar fácilmente en la interfaz de nuestra plataforma o contenido.

La magia aplicada al e-learning y un bálsamo para las personas con perfil creador, que pueden optimizar sus esfuerzos y realizar de manera más eficiente su trabajo, por no decir la cantidad de recursos económicos que se pueden ahorrar del presupuesto dedicado a la formación, mientras que el personal de programación e IT pueden dedicar su tiempo a otras tareas igualmente necesarias.

Web 3.0.

La web 3.0. es una realidad que ya está aquí. Si la web 2.0. nos ha permitido colaborar e interactuar en línea, superando las barreras de la web 1.0. (web primitiva, en la que el usuario/a tenía un papel pasivo y se limitaba a ver la información que publicaban otras personas u organizaciones), la web 3.0. es un nuevo modelo de uso de internet, cuyo objetivo es crear una red más inteligente, interconectada, personalizada y abierta.

La web 3.0. viene de la mano de otras disrupciones tecnológicas más concretas, como la inteligencia artificial (sí, otra vez), el Big Data o blockchain (no confundir con Bitcoin), además de otras tecnologías en desarrollo, que tienen en común principalmente dos factores: estar centradas en el análisis de los datos y basarse en modelos de comprensión y procesamiento de los mismos por parte de máquinas.

La web 3.0. tardará unos años (se prevé una década) en asentarse definitivamente, pero ya se empiezan a ver sus primeras aplicaciones prácticas en nuestro campo: inteligencia artificial aplicada al e-learning, estándar xAPI (en detrimento de SCORM) para el procesamiento abierto de grandes cantidades de datos, blockchain aplicado a certificados y firmas digitales, sistemas avanzados de verificación de la identidad… y no perdamos de vista la utilización de NFTs en e-learning (pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión).

Metaverso

Sí, así es, otro clásico en las tendencias: el metaverso. Pero es que, pese a que en 2022 haya sido nombrado casi en más noticias negativas que positivas, esta tendencia sigue aquí y poco a poco va a ir estabilizándose.

Más allá de Meta (la antigua Facebook), el metaverso es una tecnología que se lleva utilizando desde hace años en e-learning, pero poco a poco iremos viendo como se hace más común y asequible. ¿Qué hace falta para esto? Para empezar, hardware menos pesado y dispositivos más económicos, pero también cierta estandarización, ya que por ahora parece que la mayoría de fabricantes están decidiendo llevar la batalla por su lado.

Pero seguiremos viendo este año grandes avances al respecto y, sin duda, habrá grandes empresas que actuarán como early adopters de esta tecnología, por lo que debemos seguirle la pista de cerca e ir implementándola poco a poco, aunque sea a partir de pequeñas pinceladas en nuestros proyectos.

Una manera fácil de empezar es crear tu propio avatar. Me ha gustado esta iniciativa: Union Avatars. Que curiosamente se centra en esta idea de cierta estandarización y utiliza en su planteamiento algunas tecnologías: NFT, Web 3 Ecosystem, blockchain, metaverso… ¿os suenan? No es que se estén alineando los planetas; más bien es que todo lo que vamos comentando son distintas caras de una misma (futura) realidad.

 

Tendencias metodológicas

Dejemos el lado más técnico del asunto y centrémonos ahora en la parte pedagógica y metodológica de lo que está por venir en este 2023 en el ámbito del e-learning.

Planes híbridos de aprendizaje

El aprendizaje híbrido, también llamado modelo mixto o blended learning, tampoco es una revolución, pero sí que va a ser una tendencia en este 2023 y es algo muy a considerar en aquellos planes de formación que quieran ofrecer a cada persona una experiencia enriquecedora y completa.

Consiste en alternar acciones de formación online y offline, poniendo en las manos de la experiencia de formación lo mejor de ambos mundos. Este modelo siempre se ha considerado el más eficaz de cara al aprendizaje y, este año, que será el primero con “plena normalidad” después de la crisis del coronavirus, se ve importante volver a cierto contacto presencial en las acciones de formación.

Dentro del aprendizaje híbrido cabe plantearse la utilización de la metodología flipped classroom o clase invertida. Y también se pueden realizar experiencias de e-learning ampliadas, que se salgan del LMS pero utilicen dispositivos electrónicos (ejemplo: un tour presencial por las instalaciones de una empresa a través de una guía de audio ubicada en un mp3, ¡como en los museos!).

Aprendizaje personalizado

La personalización del aprendizaje irá cada vez a más, ya que es una vía para optimizar la experiencia a nivel pedagógico, que poco a poco se va haciendo técnicamente posible con el florecimiento de la web 3.0. y la explotación de los datos.

Así, iremos encontrando entornos de aprendizaje más personalizados, centrados en nuestras necesidades de formación concretas y que, incluso, irán aprendiendo a orientarnos mejor conforme más vayamos interactuando con la plataforma y los contenidos.

También, y quizás siendo algo más alcanzable y realista a corto plazo, existe la posibilidad de fomentar Itinerarios de Aprendizaje Planificados, que mezclen experiencias de formación online y offline. Estos viajes planificados son un recurso estratégico que suele garantizar un buen retorno de la inversión en formación, al ser planes muy pensados para cada perfil concreto en función de características demográficas, de las funciones del puesto que se ocupa e incluso del desempeño de cada persona. Y pueden ser técnicamente implementados de manera relativamente sencilla a través de filtros o reglas de matriculación automática en formaciones y cursos, basadas en campos del perfil del usuario (ej: matricular automáticamente a María en estos cursos por pertenecer al área comercial de la empresa, y también en estos cursos por ser menor de 30 años… y en estos otros por tener un nivel de inglés medio; dando como resultado un Itinerario personalizado para María).

Learning outcomes

Bajo esta expresión anglosajona se esconde algo que se debería realizar, pero no siempre se lleva a cabo: medir de una manera tangible y completa que se han cumplido los resultados del aprendizaje. Es decir, evaluar adecuadamente que la persona que ha efectuado la formación ha adquirido los conocimientos, competencias y/o habilidades para los que fue diseñado el curso o el Itinerario de Aprendizaje que ha realizado.

La medición de estos resultados de aprendizaje muchas veces queda relegada a un test muy genérico o una prueba de evaluación en la que se aplican solo una pequeña parte de los contenidos tratados en la formación. Un planteamiento estratégico de la evaluación es algo más profundo, donde se mide, a través de una o varias actividades de evaluación, si se han alcanzado los resultados de aprendizaje previstos. Es casi como un proceso de auditoría interna de cada acción de formación, o un sello de calidad de que cada persona concreta ha alcanzado los resultados que se presuponen por haber realizado la formación.

Como hemos dicho, supone abordar la evaluación de manera estratégica y planificada y utilizar diferentes métodos de evaluación más allá de los tests de corrección automática: simulaciones, planteamiento de casos, resolución de problemas… incluso de forma offline.

Nano-learning

Si hasta hace poco la tendencia era el micro-learning, ahora se habla ya de nano-learning: experiencias de formación cortas, claras y concisas, con una duración de entre 2 y 5 minutos. Son experiencias centradas en poner foco en el contenido durante franjas muy pequeñas de tiempo, evitando distracciones y favoreciendo la concentración. A su vez, se trata de una metodología flexible y adecuada en contextos en los que la multitarea “se come” gran parte de nuestra jornada, dejando tiempos sueltos (cortos) para la formación. Y es también una metodología bastante adaptada al nuevo contexto social y a las generaciones Y y Z (y posiblemente también a la Alpha).

No todo el aprendizaje puede ni debe adaptarse a esta metodología, pero quizás sí sea una buena elección para determinadas formaciones, como las referidas a determinadas soft skills o el entrenamiento paulatino y escalado en el dominio de un software. Hay quien las denomina “ráfagas de formación” y pueden ser muy útiles si se utilizan de manera estratégica y adecuada.

 

Bola extra: sostenibilidad como tendencia

Tecnología sostenible

Para terminar, no podemos dejar de lado una de las tendencias tecnológicas más importantes; no por moda o por un tema de valores, sino por pura necesidad. Ya que, como varios expertos y expertas vaticinan: “El futuro será sostenible o no será”.

Es necesario pararnos a pensar en los costes ambientales que suponen nuestras acciones de formación (no solo los económicos), y actuar en consecuencia. Y pensar también en las pequeñas acciones que están en nuestra mano para realizar una formación online y presencial lo más sostenible posible, sin perjuicio de la calidad.

Algunas acciones que están en nuestra mano, hablando de la formación online, serían: utilización de hostings sostenibles, reducción de código fuente en las píldoras online, reducción del peso de los elementos multimedia, evaluación de la huella de carbono generada en nuestras formaciones y realización de acciones para su compensación, utilización de hardware y servicios en la nube movidos con energía obtenida por fuentes renovables, utilizar elementos pesados (como vídeos) solo si es realmente necesario, etc.

En definitiva, mucho que pensar sobre el tema, pero queríamos darle en este artículo el peso específico que tiene. De manera que si poco a poco vamos tomando medidas al respecto, las que estén en nuestra mano, lograremos que con el tiempo nuestras formaciones no solo sean idóneas para nuestro alumnado y nuestra organización, sino también para el planeta.

 

Mirar al futuro, partiendo de las raíces

Como hemos visto, el futuro es apasionante, y nos espera un año 2023 frenético y seguro que lleno de sorpresas. También puedes ver que la referencia a la película “Regreso al Futuro” en la imagen de cabecera del artículo no es casual. Y es que muchas de las tendencias que hemos visto son viejas conocidas, que se presentan de nuevo con un papel protagonista, volviendo al importante lugar que deben ocupar en nuestras planificaciones.

Mirar al futuro teniendo en cuenta las raíces no es nostalgia ni un freno a la innovación; es crecer y evolucionar de una manera ordenada, natural y responsable. Y, además, ya se sabe eso de que las modas son cíclicas…

¡Feliz y formativo 2023!

Referencias:

Óscar Montero Urdánoz

Pedagogo y psicopedagogo apasionado por la formación online y la innovación educativa. Casi dos décadas dedicadas a desarrollar proyectos de e-learning, y también experiencia en los ámbitos de Educación en el Ocio y Tiempo Libre y el Marketing Digital.

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